Potosí, 26 de septiembre de 2025.- A pesar de sentencias constitucionales y resoluciones ministeriales que prohíben la minería por encima de la cota 4.400 metros, la explotación en la cúspide del Cerro Rico de Potosí continúa, impulsada por los altos precios de la plata en el mercado internacional, que alcanzan los $44,33 la onza troy.
Según el expresidente de la Comibol, Héctor Córdoba, la zona más codiciada es la cúspide, rica en óxidos de plata y estaño, donde operan unas 20 cooperativas mineras pese a los riesgos de hundimiento. Inspecciones recientes confirmaron el uso de maquinaria pesada y explosivos en esta área.
El impacto de esta actividad es grave: el constante deterioro del cerro y más de 90 muertes de mineros desde enero evidencian la peligrosidad del trabajo en la cima. La justicia ha ordenado medidas históricas, incluyendo el congelamiento de cuentas de autoridades de Comibol y del ministro de Minería, para garantizar la estabilidad de la montaña.
Mientras tanto, los cooperativistas exigen nuevas áreas de trabajo y sostienen que no abandonarán la cumbre del Cerro Rico hasta que el Gobierno cumpla con ofrecer alternativas seguras para la explotación minera.
